Cómo combatir la tendencia a preocuparse de modo excesivo?

¿Te ha pasado de encontrarte preocupándote una y otra vez por cosas que aún no han sucedido? ¿que incluso es bastante improbable que sucedan?
Los seres humanos, desde lo físico, no estamos muy bien equipados para sobrevivir en el mundo natural. Nuestras pequeñas uñas le causan risa a cualquier felino, oso, etc; no corremos rápido; no somos buenos trepadores...un conejo podría escapar de un predador cavando un hoyo...nosotros seríamos devorados al comenzar...y nuestros dientes? a qué animal podríamos atacar con ellos?
En definitiva, evolutivamente hemos necesitado desarrollar una herramienta capaz de ayudarnos a sobrevivir en ambientes complejos, sin requerir estar dotados de gran fuerza, velocidad o destreza física. Bueno, hemos ido desarrollando una mente capaz de analizar, comparar, adelantarse hacia el futuro, retroceder hacia el pasado para revisar estrategias. Una mente capaz de anticiparse, resolver, inferir peligros a partir de pequeños detalles. Todo esto ha sido tremendamente útil a la hora de sobrevivir y evolucionar como especie. Pero...siempre hay un pero... qué pasa hoy en día con tales estrategias?
Bueno, decíamos que la posibilidad de hacer cálculos, predecir, adelantarnos mentalmente a los eventos para ensayar respuestas han sido mecanismos de suma utilidad a la hora de ponernos a resguardo de peligros inminentes. Ahora, qué pasa cuando la mente adopta estas estrategias de modo inflexible y poco adaptado? Bueno, lo que pasa es que comenzamos a experimentar la tendencia de emplear estrategias diseñadas para afrontar escenarios de potencial peligro a situaciones que no entrañan una real amenaza.
Las personas que suelen a preocuparse en forma excesiva muestran por lo general una tendencia a adelantarse a los eventos, imaginando los peores escenarios y ensayando mentalmente las formas en las que podrían afrontar tales situaciones. El problema es que esto se traduce en constantes preocupaciones acerca de un sinfín de cosas.
Dentro de las psicoterapias basadas en evidencia científica, el psicólogo MIchael Dugas propuso que una de las piedras angulares de la tendencia a la preocupación excesiva es la baja tolerancia a la incertidumbre. Las personas poco capaces de soportar desconocer cómo se darán las cosas, qué sucederá más adelante, son altamente sensibles a pensamientos del tipo "y si sucede esto?...", " y si tal cosa...", lo cual lleva a experimentar un aumento de la ansiedad acorde a los desenlaces negativos vaticinados.
Una de las cosas que propone Dugas es el de poder reconocer dos tipos de preocupaciones:
Preocupaciones basadas en problemas reales - que están acontenciendo realmente en el presente-
Preocupaciones hipotéticas - aquellas que no están sucediendo, sino que, eventualmente, podrían suceder en un futuro -
Ante las preocupaciones basadas en problemas reales se puede trabajar con la resolución de problemas; mejorar la orientación a los problemas - confianza en la propia capacidad de hacer frente a los mismos-.
Pero cuando se trata de preocupaciones de tipo hipotético, dado que no hay acciones concretas que se puedan implementar, sugiere aumentar la tolerancia a la incertidumbre, atacando así el corazón del problema.
Ahora ¿cómo se aumenta la tolerancia a la incertidumbre? Del mismo modo que una persona que quiere comenzar a trotar aumenta su capacidad cardio-respiratoria: empezando a practicar en forma gradual la exposición a las situaciones que favorecen el desarrollo de esa cualidad. En el caso del runner, lo ideal sería que comenzara a caminar, luego trotar suvamente y por cortas distancias. Finalmente podría aumentar considerablemente su ritmo y distancia.
Bueno, pero ¿qué hacemos con nuestra incertidumbre? Podríamos comenzar a exponernos a niveles crecientes de incertidumbre, prohibiéndonos por todos los medios procurarnos certidumbre.
Un ejemplo posible es la persona que siempre revisa varias veces los e-mails que manda para estar totalmente seguro de no haber cometido ningún error; esta persona podría comenzar por enviar los mails sin revisarlos, y soportar la incertidumbre de no saber si pudo haberse equivocado. En esta línea podríamos ir avanzando hacia situaciones más demandantes.
Si al leer esto sentís que en algo representa lo que a vos te pasa, me gustaría que me cuentes tu experiencia!
Saludos!

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